OLOR CORPORAL, ¿CLICHÉ DE LOS FRANCESES?
Quizás el "mito" más grande de los franceses se hace cada vez más "potente".
Antes de iniciar este post, en el que quizás han notado algunos cambios de forma. Tengo que de manera urgente cuidar mis espaldas. Ser, como dicen los franceses, políticamente correcto. No conozco un francés que huela mal. Y cuando digo conocer, es de tener amistad o concurrencia. Es cierto, no conozco...
La aventura del transporte público
Tengo en Toulouse, a la fecha, más de un mes. He conocido aún muy poco de la ciudad, sin embargo, las cosas que he conocido de ella me han dado mucho agrado. El centro de la ciudad tiene un casco antiguo que cautiva los sentidos de propios y extraños.
La ciudad, como muchas ciudades francesas, tiene un sistema de transporte público bastante atractivo, el cual permite desplazarse de diversas maneras dentro de la ciudad, brindando además, la posibilidad de conectar con rutas extra urbanas.
Entre las formas de locomoción de la ciudad, la principal es el metro, siendo muy bien asistido por la red de autobuses de la ciudad. Es el mismo metro, quien ambienta nuestra escena más cruel en este post. Aunque para muchos resulte risible, en muchos momentos no lo es.
Es muchas veces la etapa más fuerte del día y aunque es común en horas pico, también puede llegar cuando menos se lo espera y de quien menos se espera.
Mirando al culpable
La curiosidad de los sentidos del ser humano es muy fuerte, y podría dar temas super interesantes para investigar. Es un sistema de defensa que se activa ante cualquier agente extraño que entre en nuestro radar. Vale bien entonces, cuestionarse si ese sistema de defensa, a veces tan agudo, puede ralentizarse con la costumbre. En cierta parte creo que es así. Uno se acostumbra, y forma parte de la rutina del cuerpo, de la continua adaptación a la vida.
Es así, como en varias ocasiones soy el que mira, el que busca dónde está ese olor, de resto, todo el mundo tranquilo, como si nada pasa, como si se estuviera sembrando cebolla y sábila en el metro. Como si eso no tuviese un culpable, y me hace ser el evidente, el que se da cuenta, el que acusa, jejeje...
Decidí, no buscar más la proveniencia del mal olor, es peor, de ahora en adelante sólo intentare no intoxicarme. jejejeje
Factor migratorio
En algún momento, Jacques Chirac, ex presidente de Francia, culpó en un famoso discurso a los inmigrantes musulmanes de los malos olores en el país, para la época, año 1991. Sin embargo, bajo mi apreciación, creo cierto que muchos inmigrantes de África predominan en mi radar de mal olor, pero no es algo que sea posible de atribuirles sólo a ellos. Hay mixturas, está todo unido, no importan razas ni proveniencias. Es algo que existe, sin comprensión.
Aparte de cualquier cosa que se pueda decir, pienso que es una enfermedad de la sociedad. Venezuela tiene millones de problemas, de diversos tipos y no quiero caer en un debate innecesario, pero cuando alguien huele mal en Venezuela, es motivo de grandes burlas... También de sobrenombres, hecho que hace que al que le decían "Axila e´tigre" o "Pepe Le Pew, mejore. Se bañe más o este más pendiente. Pienso que es eso, aquí cada quien a lo suyo, si hueles, bien y si no, también. Es la apertura, de mala manera, a la libertad.
Hay quienes dicen que son los quesos, pero en un mes que tengo aquí, bastante queso he comido y hasta ahora, sin novedad. Para mí, seguirá siendo un mito, un cliché inconstante, un detalle por aceptar. Por ahora, en otoño, debo estar tranquilo, cuando llegue el verano la cosa va a estallar...
Como pregunta curiosa... ¿Será casualidad que Pepe Le Pew era francés? jejejeje
P.S.: Por ahora, el peor sitio para percibir estos olores es cuando se sube las escaleras mecánicas del metro... No se puede hacer nada más que aguantar la respiración, se agrupan como 5 tufos a la vez.
Manuel,
ResponderEliminarQue buena entrada, me sentí totalmente identificada con lo que escribiste y sin generalizar es algo que también me toco vivir en España. Te sorprenderás cuando empiece el verano y llegara un momento en que querrás cambiarte de vagón, pero finalmente tu olfato hará caso omiso a los olores poco amigables.
Según muchos el tema viene porque suelen usar mucho la bañera y no la ducha y aquí explico, ellos diferencian bañarse y ducharse, el primero es sumergirse en la bañera con un poco de gel y el segundo el baño al que nosotros estamos habituados. Otra cosa es que para ellos no es necesario bañarse más de una vez al día, o quizás 3 a la semana. Mucho menos hay cambio de camisa o franela diario, a menos que definitivamente tenga sucio visible (OJO no generalizo pero es lo que observe en mi entorno, incluyendo compañeros de trabajo).
Evidentemente como venezolanos, en nuestra sociedad no está permitido (socialmente hablando), pero te irás dando cuenta que mientras para nosotros, y me incluyo porque soy venezolana, es motivo de comentarios, en Europa, sencillamente el comentarlo es motivo de falta de educación. Así que con el tiempo, notarás que sencillamente no es tu problema y que no te afecta (bueno en la nariz si, jejejeje), porque cada quien vive la vida como quiere incluyendo sus olores.
Para concluir, vivir en otro lugar distinto a donde creciste te dará una perspectiva diferente de todo, yo llevo fuera 5 años y aún siguen sorprendiendome cosas y supongo que seguirá pasando.
Esperare con ancias tus proximos post.
Felicidades por tu aventura, disfruta cada minuto y aprende todo lo que puedas.
Saludos.
Marbelis.
Muy buen complemento Marbelis, Gracias por leer el blog, espero sigas haciendo comentarios que ayuden a develar ciertos misterios como el olor. jejeje saludos
ResponderEliminarSaludos, no sé si este foro siga con vida pero quiero compartir mi experiencia. Efectivamente el olor puede llegar a ser bastante fuerte. Cómo latinoamericanos no estamos acostumbrados a este tipo de olores como algo normal, o aceptado. Normalmente está asociado con una pobre higiene o una falta de atención, pero en Francia es algo de lo más normal. Llevo viviendo aquí 8 meses y puedo decir que mi cuerpo también está presentando olores más fuertes, finalmente no sé si es porque la alimentación cambia mucho en relación a lo que consumimos en América latina, o por factores climáticos, pero es cierto que cada vez se asemeja más al de ellos. Claro, con una ducha se te quita, ahí entra el factor cultural también. Sea lo que sea es muy interesante ver estos matices cuando vivimos en estas tierras, no queda más que aceptarlo y disfrutar de la diversidad cultural.
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